Este blog es un complemento que le quiero dar al Renault Mégane Sportway, para conocer un poco más en detalle a esta versión limitada (de 300 unidades) que Renault Argentina sacó al mercado allá por el año 2003.
Si quieren saber un poco mas sobre el Renault Mégane en todas sus variantes, les recomiendo visitar el Club Megane Argentina (http://www.clubmeganeargentina.com.ar/)
Test del Megane Sportway
Motorizacion
- 2.0 - 16v - F4R - 1998 cm3
- Nafta - 140 HP a 5500 RPM
Prestaciones
- Aceleracion 0-100: 8,6 seg
- Velocidad maxima: 213 km/h
- Frenaje 100-0: 42,1 metros
Sintesis de equipamiento
- ABS
- AFU
- DOBLE AIRBAG
- TAPIZADO DE CUERO
- ALZACRISTALES ELECTRICOS
- DISCOS DE FRENO DEL/TRA
- ORDENADOR DE ABORDO
- LLANTAS DE ALEACION (185-60 15R)
- CIERRE CENTRAL CON TELECOMANDO
- ROMPENIEBLAS DEL/TRA
Comentario
Ahora, con 140 CV la cosa cambia y mucho. El Mégane tiene por fin una versión con potencia para competir frente a sus rivales. A la par también se realizaron trabajos en la suspensión trasera para que no haya un divorcio entre motor y chasis.
Se diferencia por estar vestido con tapizados de cuero, pero como todo Mégane, tiene una excesiva variedad de plásticos de distintos tonos y texturas, mejorables tanto a la vista como al tacto. El equipamiento es extraño. Posee el mencionado cuero, espejos eléctricos, cierre centralizado automático, ordenador, comando satelital de radio y otros “chiches” pero no se entiende la falta de levantavidrios traseros y mucho menos la ausencia total de regulaciones de volante y butaca sin ajuste en altura. Justamente la falta de regulaciones atenta contra una posición de manejo de por si conflictiva: pedalera cercana, butaca alta y volante bajo en plano inclinado. Atrás la cosa viene mucho mejor.
Por su parte, el confort de marcha en la ciudad es agradable, firme pero con buen copiado de empedrados, etc.Sin embargo, la verdadera novedad de este Sportway es el motor. Ya probado en el Laguna y Scénic demostró su eficiencia. La agilidad de reacciones se debe a buena entrega potencia desde bajo régimen, sana actitud que lo hace muy elástico, sobre todo al combinarse con una caja de relaciones adecuadas. El selector de cambios, tipo “gomoso” muestra imprecisiones en el pase de 2ª a 3ª y ofrece resistencia para desconectar la 5ª. En cuanto a los consumos, son normales para un auto de sus porte aunque tirando a poco económico ya a 120 km/h. La dirección está asistida en su punto justo y el funcionamiento de los frenos, con discos en las cuatro ruedas, es correcto incluso en condiciones de máxima exigencia.
El comportamiento del tren posterior del Mégane siempre fue uno de sus puntos más criticados. Junto al nuevo motor, el Sportway incorpora un esquema casi calcado al de la Scénic, con cuatro barras de torsión. De esta manera logra mayor firmeza sobre todo en curvas lentas exigidas y más seguridad. Se lo puede tildar de subvirante y algo rolador, pero siempre pensando en condiciones de manejo poco habituales. Por su parte, sobre caminos de tierra o asfaltos “complicados”, el tren delantero dio muestras nuevamente de su robustez.
- 2.0 - 16v - F4R - 1998 cm3
- Nafta - 140 HP a 5500 RPM
Prestaciones
- Aceleracion 0-100: 8,6 seg
- Velocidad maxima: 213 km/h
- Frenaje 100-0: 42,1 metros
Sintesis de equipamiento
- ABS
- AFU
- DOBLE AIRBAG
- TAPIZADO DE CUERO
- ALZACRISTALES ELECTRICOS
- DISCOS DE FRENO DEL/TRA
- ORDENADOR DE ABORDO
- LLANTAS DE ALEACION (185-60 15R)
- CIERRE CENTRAL CON TELECOMANDO
- ROMPENIEBLAS DEL/TRA
Comentario
Ahora, con 140 CV la cosa cambia y mucho. El Mégane tiene por fin una versión con potencia para competir frente a sus rivales. A la par también se realizaron trabajos en la suspensión trasera para que no haya un divorcio entre motor y chasis.
Se diferencia por estar vestido con tapizados de cuero, pero como todo Mégane, tiene una excesiva variedad de plásticos de distintos tonos y texturas, mejorables tanto a la vista como al tacto. El equipamiento es extraño. Posee el mencionado cuero, espejos eléctricos, cierre centralizado automático, ordenador, comando satelital de radio y otros “chiches” pero no se entiende la falta de levantavidrios traseros y mucho menos la ausencia total de regulaciones de volante y butaca sin ajuste en altura. Justamente la falta de regulaciones atenta contra una posición de manejo de por si conflictiva: pedalera cercana, butaca alta y volante bajo en plano inclinado. Atrás la cosa viene mucho mejor.
Por su parte, el confort de marcha en la ciudad es agradable, firme pero con buen copiado de empedrados, etc.Sin embargo, la verdadera novedad de este Sportway es el motor. Ya probado en el Laguna y Scénic demostró su eficiencia. La agilidad de reacciones se debe a buena entrega potencia desde bajo régimen, sana actitud que lo hace muy elástico, sobre todo al combinarse con una caja de relaciones adecuadas. El selector de cambios, tipo “gomoso” muestra imprecisiones en el pase de 2ª a 3ª y ofrece resistencia para desconectar la 5ª. En cuanto a los consumos, son normales para un auto de sus porte aunque tirando a poco económico ya a 120 km/h. La dirección está asistida en su punto justo y el funcionamiento de los frenos, con discos en las cuatro ruedas, es correcto incluso en condiciones de máxima exigencia.
El comportamiento del tren posterior del Mégane siempre fue uno de sus puntos más criticados. Junto al nuevo motor, el Sportway incorpora un esquema casi calcado al de la Scénic, con cuatro barras de torsión. De esta manera logra mayor firmeza sobre todo en curvas lentas exigidas y más seguridad. Se lo puede tildar de subvirante y algo rolador, pero siempre pensando en condiciones de manejo poco habituales. Por su parte, sobre caminos de tierra o asfaltos “complicados”, el tren delantero dio muestras nuevamente de su robustez.
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